El audio original dura diecisiete minutos y dos segundos y en él se escucha a dos personas. Para la Justicia Federal de Corrientes –que recibió la grabación el viernes pasado– una es el comisario general Héctor Rodríguez, jefe de Delitos Complejos de la Policía de Corrientes, y la otra, Laudelina Peña (45), tía de Loan Danilo Peña (5)
El diálogo claramente fue tomado sin que Laudelina –aun no detenida en el caso– lo supiera y en él la mujer cuenta la versión que le dio a la justicia de Corrientes: que el nene fue atropellado por el marino Carlos Pérez (62) y su esposa María Victoria Caillava (52), que la amenazó para que plantara el botín del nene en el barro.
Hasta ahí nada sorprendente. Esa versión se dio por "mentirosa" y nunca nadie más pensó en ella. Sin embargo, la difusión de la grabación tiene sus particularidades.
Para empezar, sorprende por la naturalidad del relato. Laudelina va respondiendo las preguntas del policía con cautela y tranquilidad. Su relato no parece guionado, ni ensayado. En este punto descoloca porque no parece una fabulación. El comisario se muestra preocupado en darle confianza para que hable, no induce las respuestas, oculta que está grabándola.
En este punto es un registro poco conocido y peculiar. Tan peculiar como el contexto en el que terminó adjuntado a la causa: estaba en el celular de Olga Cortese (56) una grafóloga que declaró en el expediente el viernes pasado.
Las firmas de sospechosos del caso Loan
En su testimonial la grafóloga confirmó que durante los primeros días del caso analizó las firmas de tres de los sospechosos (Antonio Benítez , Mónica Millapi y Daniel Ramírez) por pedido de María Lezcano (40), una mujer que había hecho un curso en su academia, se presentaba como abogada y estaba participando de la búsqueda de Loan.
Cortese le mandó un informe, pero comenzó a sospechar que algo andaba mal con Lezcano. Intentó ubicarla como abogada y no encontró nada. Fue entonces cuando se enteró por los medios de que había presentado a la policía de Corrientes el informe grafológico a su nombre. Se lo había robado y, cuando la confronto –siempre según ella–, Lezcano la amenazó.
"Lezcano me dice que habían querido desviar la causa, que en la laguna había un yacaré y que se había comido al menor y que el resto era todo armado, que no era una desaparición de persona", contó Cortese y agregó que Lezcano dijo haber sido convocada por el comisario Walter Maciel (43, actualmente detenido) y tenía acceso a todo y le mandaba un sinnúmero de fotos y audios, entre ellos el de Laudelina contando el "accidente".
Lezcano es un caso en sí mismo, una muestra del descontrol que reinó en la búsqueda de Loan desde el minuto uno. La mujer está sospechada de ser una mitómana, como mínimo. Depende de con quien hable es o no "abogada", es o no "grafóloga", es o no "personal militar". Un ejemplo: a Cortese le dijo que era abogada y lo mismo declaró la semana pasada en la causa, aunque ante Clarín había admitido que no tenía ese título.
"Soy abogada en la Universidad de Novara Norvosisino, Italia (N. de R.: Clarín no pudo comprobar la existencia de esta casa de estudios), estuve viviendo allá y me recibí en 2015. Estuve viviendo desde 2008. Acá en Argentina no ejerzo como abogada porque tengo que validar mi título", dijo al declarar en la Justicia Federal de Corrientes el 4 de noviembre pasado. También aseguró ser diplomada en grafología forense, especialidad que le negó a Cortese al pedirle el favor de que analizara las firmas de Bermúdez, Millapi y Ramírez.
FUENTE: Clarín