Los ataques israelíes durante la noche del miércoles y la madrugada de este jueves mataron al menos a 85 palestinos en toda Gaza, según el Ministerio de Salud de la Franja. Los ataques alcanzaron varias casas, matando a hombres, mujeres y niños mientras dormían. Hamas replicó con el lanzamiento de cohetes hacia Israel, llevando el conflicto al punto de partida.
Además, el Ejército israelí restableció este miércoles el bloqueo sobre el norte de Gaza, incluida Ciudad de Gaza, que había mantenido durante gran parte de la guerra y que había levantado con la entrada en vigor del alto el fuego en enero, permitiendo el regreso masivo de gazaties a sus casas devastadas.
Israel advierte ahora a la población que no use la ruta principal para entrar o salir del norte y dijo que solo se permitiría el paso hacia el sur a lo largo de la carretera que bordea el mar.
El Ejército anunció después que “proyectiles lanzados desde Gaza” habían activado las sirenas antiaéreas en el centro de Israel, en el primer ataque con cohetes desde Gaza desde que Israel puso fin al alto el fuego con un bombardeo sorpresa del territorio el martes, dejando entonces más de 400 muertos y 700 heridos.
Cientos de miles de palestinos regresaron a lo que queda de sus hogares en el norte después del alto el fuego de enero. Israel reanudó los intensos ataques en toda Gaza el martes, rompiendo esa tregua, que había facilitado la liberación de más de dos docenas de rehenes.
Israel culpó a Hamas por la reanudación de los combates porque el grupo armado rechazó una nueva propuesta que se apartaba del acuerdo original firmado y que preveía un esquema de tres fases. Solo se cumplió una.
El gobierno de Trump, que se atribuyó el mérito de haber negociado el alto el fuego, ha expresado su pleno apoyo a Israel en la reanudación de la guerra.
Zaher al-Waheidi, el funcionario a cargo de los registros del Ministerio gazatí de Salud, dijo que un total de 592 personas han muerto en ataques israelíes desde el martes.
“Otra noche difícil”
Uno de los ataques, en la madrugada de este jueves, golpeó la casa de la familia Abu Daqa en Abasan al-Kabira, una aldea justo fuera de Khan Yunis cerca de la frontera con Israel. Estaba dentro de un área que el ejército israelí ordenó evacuar a principios de esta semana, que abarca la mayor parte del este de Gaza.
El ataque mató al menos a 16 personas, en su mayoría mujeres y niños, según el cercano Hospital Europeo, que recibió a los muertos. Entre las victimas se encontraban un padre y sus siete hijos, así como los padres y el hermano de un bebé de un mes que sobrevivió junto con sus abuelos.
“Otra noche difícil”, dijo Hani Awad, quien estaba ayudando a los rescatistas a buscar más sobrevivientes entre los escombros. “La casa se derrumbó sobre las cabezas de la gente”.
No hubo comentarios inmediatos del Ejército israelí sobre los últimos ataques. El Ejército dice que solo dirige sus ataques a milicianos y culpa a Hamas por las muertes de civiles porque está profundamente integrado en áreas residenciales.
Avanzan las tropas terrestres israelíes
El miércoles, las tropas terrestres israelíes avanzaron en Gaza por primera vez desde que el alto el fuego entró en vigor en enero, tomando parte de un corredor que separa el tercio norte del territorio del sur.
El anuncio sobre el paso hacia el sur indicó que las tropas pronto retomarán el control total sobre lo que se conoce como el corredor de Netzarim, que se extiende desde la frontera hasta el mar Mediterráneo.
Israel, que también ha cortado el suministro de alimentos, combustible y ayuda humanitaria a los aproximadamente 2 millones de palestinos de Gaza, ha prometido intensificar sus operaciones hasta que Hamas libere a los 59 rehenes que retiene —35 de los cuales se cree que están muertos— y renuncie al control del territorio.
Hamas ha dicho que solo liberará a los rehenes restantes a cambio de un alto el fuego duradero y una retirada completa de Israel de Gaza, como se estipula en el acuerdo de alto el fuego de enero, alcanzado tras más de un año de mediación por parte de Estados Unidos, Egipto y Qatar.
Hamas, que no acepta la existencia de Israel, dice que está dispuesto a entregar el poder a la Autoridad Palestina respaldada por Occidente o a un comité de políticos independientes, pero no depondrá las armas hasta que Israel ponga fin a sus décadas de ocupación de las tierras que los palestinos reclaman para un estado futuro.
Una “noche sangrienta” para una maltrecha ciudad norteña
El Hospital Europeo, en la ciudad sureña de Rafah, dijo que recibió un total de 36 cuerpos tras los ataques nocturnos, en su mayoría mujeres y niños.
El Hospital Nasser en Khan Yunis recibió los cuerpos de siete personas muertas en un ataque a una casa y transfirió cuatro al Europeo, que los incluyó en su conteo. En el norte de Gaza, el Hospital Indonesio dijo que había recibido los cuerpos de 19 fallecidos tras los ataques en la ciudad de Beit Lahiya, cerca de la frontera.
“Fue una noche sangrienta para la gente de Beit Lahiya”, dijo Fares Awad, jefe del servicio de emergencias del Ministerio de Salud en el norte de Gaza, agregando que los rescatistas aún buscaban entre los escombros de las casas afectadas. “La situación es catastrófica”.
Beit Lahiya quedó destruida y despoblada en su mayor parte durante la primera fase de la guerra antes del alto el fuego de enero. El miércoles, un ataque israelí en una reunión de dolientes mató a 17 personas allí, según funcionarios de salud.
Sin final a la vista tras 17 meses de guerra
La guerra comenzó cuando milicianos liderados por Hamas irrumpieron en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, mataron a unas 1.200 personas y tomaron 251 rehenes. La mayoría de los rehenes han sido liberados en acuerdos de alto el fuego u otros tratos. Las fuerzas israelíes han rescatado a ocho rehenes vivos y recuperado los cuerpos de decenas más.
La ofensiva de represalia de Israel, una de las más mortales y destructivas en la historia reciente, ha matado a casi 49.000 palestinos, según el Ministerio de Salud de Gaza. No dice cuántos eran milicianos, pero afirma que más de la mitad de los muertos eran mujeres y niños. Israel dice que ha matado a alrededor de 20.000 milicianos, sin proporcionar evidencias.
La guerra en su apogeo desplazó a alrededor del 90% de la población de Gaza y ha causado una vasta destrucción en todo el territorio. Cientos de miles de personas regresaron a sus hogares durante el alto el fuego, pero muchos sólo encontraron campos de escombros y los restos bombardeados de los edificios.
FUENTE: Clarín