El papa Francisco, hospitalizado desde hace 31 días por problemas respiratorios, aseguró este domingo estar “atravesando un momento de prueba” con un físico “débil”, en su mensaje con motivo del Ángelus que envió por quinta semana consecutiva por escrito.
“Mientras estoy atravesando un momento de prueba”, “me uno a los tantos hermanos y hermanas enfermos: frágiles, en este momento, como yo. Nuestro físico está débil, pero, incluso así, nada puede impedirnos amar, rezar, entregarnos, estar los unos para los otros”, escribió el jesuita argentino de 88 años.
Y añadió: " ¡Cuánta luz brilla, en este sentido, en los hospitales y en los centros de asistencia! ¡Cuánta atención amorosa ilumina las habitaciones, los pasillos, los ambulatorios, los lugares donde se prestan los servicios más humildes!“.
E invitó a los fieles a unirse a él “en las alabanzas al Señor, que nunca nos abandona y que en los momentos de dolor nos pone al lado a personas que reflejan un rayo de su amor”.
El papa también agradeció las oraciones por su salud y a quienes le asisten “con tanta dedicación”.