La conmoción mundial por la muerte del papa Francisco impactó en San Juan, y principalmente, en las agencias de quiniela por una serie de coincidencias. El Sumo Pontífice falleció a los 88 años, número que en los sueños de los juegos de azar significa “El Papa”. Por este motivo, en dichos locales del centro afirmaron que el 90% de los apostadores confió en esta cifra. ¿Una santa señal?
“Hasta tuvimos más ventas”, dijeron en una casa ubicada en la Peatonal. El primer jugador que llegó al lugar eligió ese número, tras conocerse el deceso. Según le contaron a este diario, no únicamente jugaron al 88. También apostaron por el 088 y el 888, para tener otras alternativas.
Un agenciero recordó una perlita. “También salió el 88 el día que fue elegido Papa”, expresaron desde un local de calle Mendoza. Esto fue un gran motivo para confiar en la cifra del día.
La jugada mínima cuesta $1.200 y se suman $200 por cada número que el apostador desee sumar. La jugada mínima cuesta $1.200 y se suman $200 por cada número que el apostador desee sumar.
Un panorama diferente ocurrió en una casa de Avenida Libertador. La agenciera afirmó que nadie había apostado por el 88. Hasta la llegada de este medio, la mujer ni siquiera sabía del fallecimiento de Francisco I. Fue en el momento que este diario estuvo presente en el lugar, como una especie de señal, que una mujer sacó sus pesos por este número.
Las teorías sobre el 88, el número de El Papa
El número 88, profundamente arraigado en la cultura popular argentina, es conocido como “el Papa” en la quiniela, este juego de azar que mezcla superstición y tradición.
Francisco, el primer pontífice latinoamericano, murió exactamente a los 88 años, una edad que resonó entre los fieles y los aficionados a las señales místicas.
Pero las coincidencias no terminan ahí: su carnet de socio vitalicio de San Lorenzo de Almagro, club del cual era ferviente hincha, lleva el número 88235. Además, la hora de su fallecimiento en Argentina, las 2.35, coincide con las últimas cifras de su número de socio, alimentando teorías sobre un destino marcado por el 88.
Nacido en 1936 en el barrio de Flores, Buenos Aires, Bergoglio creció con el fútbol en las venas. Su amor por el “Ciclón” lo llevó a convertirse en socio vitalicio con el número 88235, un carné que pagó religiosamente hasta sus últimos días. En 2013, cuando fue elegido Papa, San Lorenzo le rindió homenaje con camisetas que llevaban su imagen, y en 2014, el club le dedicó su primera Copa Libertadores.
El 88 y la quiniela: una tradición argentina
La conexión del Papa con el número 88 no es nueva. En Argentina, la quiniela asigna significados a los números, y el 88 siempre ha representado al Papa.
Curiosamente, el 13 de marzo de 2013, día en que Bergoglio fue elegido pontífice, la quiniela nacional matutina arrojó el número 8235, evocando las últimas cifras de su carnet de socio (88235).
Este 2025, la muerte de Francisco a los 88 años y a las 2:35 hora argentina reforzó la fascinación por estas coincidencias, con usuarios en redes sociales como X destacando el “timing místico” del suceso.