Para el Nuevo Testamento, los jinetes del apocalipsis representan las catástrofes que presagian el fin del mundo. Para una importante entidad de viñateros, la llegada de Javier Milei a la presidencia y sus medidas liberales han traído no cuatro, sino a siete de esos jinetes que auguran un futuro sombrío para los productores chicos y la uva, aseguran.
La Asociación de Viñateros Independientes emitió un comunicado con la firma de su presidente Juan José Ramos y del secretario Rubén Gómez, detallando las siete medidas que según la entidad llenan de miedo al sector, a poco más de dos meses del inicio de la cosecha de uvas en San Juan.
La única posibilidad de que se revierta el escenario es que el viñatero sanjuanino obtenga un precio rentable para la próxima cosecha y que aparezca con fuerza la elaboración a maquila. Para obtener un valor justo para la uva, anticiparon que le van a pedir la intervención al gobierno provincial.
Las medidas que afectan al viñatero
- Desregulación vitivinícola: Esto se expresa en la resolución tomada por el Instituto Nacional de Vitivinicultura de liberar al consumo los vinos nuevos de uva fina a los 45 días de ingresada la uva a la bodega. Esto significa que los primeros vinos finos pueden ser fraccionados a partir del mes de marzo del próximo año en lugar del 1 de junio como estaba anteriormente fijado.
- Uvas que ahora son finas: se ampliaron las variedades de uva que pueden ser consideradas finas y que antes eran comunes, como la uva criolla, permitiendo que también se libere al consumo el vino producido antes del 1 de junio.
- Vino sin alcohol: se puso en vigencia la resolución de la época de Menem que permite reducir el alcohol del vino hasta limite cero, aduciendo una supuesta demanda del mercado por vinos de menor graduación o sin alcohol. De esta forma se hará incontrolable el posible estiramiento ya que habrá innumerables vinos en el mercado con graduación alcohólica distinta. Hasta esta última cosecha y durante prácticamente toda la historia vitivinícola, se establecía un grado alcohólico promedio para San Juan, Mendoza y las otras provincias vitivinícolas en función del grado alcohólico del muestreo de todos los vinos obtenidos.
- Luz verde a la importación de vino: Si por circunstancias fortuitas llegase a faltar vino a granel y con ello un incremento en el precio del vino del productor, ahí entonces aparece la libertad de importar vino ya que asumido este nuevo gobierno eliminó el mecanismo de las licencias no automáticas que obligaba al posible importador a demostrar que el vino requerido no estaba disponible en el mercado local.
- Maquila: En la última cosecha los productores que tienen bodegas propias prefirieron no elaborar vino y vender su producción a un establecimiento de mayor envergadura por los altos costos de energía e insumos. Ellos perdieron menos que aquellos que elaboraron su propia producción o lo hicieron a maquila, ya que, con las medidas tomadas por el gobierno y la caída del consumo, se planchó el precio del vino de traslado.
- Sin Proviar: Milei disolvió el incentivo de 50 millones de dólares para todo el sector vitivinícola en favor del mejoramiento de todo el sector, el llamado “PROVIAR 2”, a través del BID, que iban a ser entregados a pequeños productores para el mejoramiento de sus viñedos y estructuras de riego.
- Sin fondos para una plaga: El jefe de gabinete de ministros anunció ante el Congreso que no habrá recursos para combatir una plaga que se introdujo desde Chile llamada Lobesia Botrana, combate que oportunamente fue financiado, en gran parte por Nación y parte por la provincia. Es probable que esta plaga se desarrolle aún más porque el sector está totalmente desfinanciado y no cuenta con los recursos para efectuar los tratamientos que se requieren.
La solución
La entidad destacó que el incremento del 7% en las exportaciones de vino y del más del 100% en las exportaciones de jugo de uva concentrado no sirvieron para revertir la situación del productor que había elaborado a maquila.
Destacó que la esperanza es obtener un valor rentable, que haya una cosecha muy reducida y un incremento importante en el consumo del mercado interno y de las exportaciones que sería la única forma de que las grandes corporaciones que manejan la comercialización, tengan que disputarse entre ellos la materia prima.
