Hay posturas y versiones diferentes sobre el tema, pero un solo hecho: alquilar en San Juan en 2024 aumentó muchísimo más que la inflación. El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) informó el pasado martes que la inflación del año pasado fue del 117,8%. En este marco, mientras que los inquilinos aseguran que el incremento anual de los alquileres fue del 262,8%, los números de los corredores inmobiliarios varían entre el 190,68% y 208,67%. Lo cierto es que, sea cual sea el número, los aumentos superaron ampliamente el número inflacionario.
Una de las primeras medidas del Gobierno de Javier Milei fue la derogación de la Ley de Alquileres, que planteaba que los alquileres debían aumentar según el Índice para Contratos de Locación (ICL), compuesto por el 50% del Índice de Precios al Consumidor (IPC) y el 50% de la remuneración imponible promedio de los trabajadores estables (RIPTE); además que los incrementos tenían que ser anuales. Esto dejó un vacío legal, que llevó a que los contratos de alquiler se rigieran bajo el Código Civil y Comercial, y cambió las reglas del juego completamente, dado que las decisiones quedaron a libre decisión entre propietarios e inquilinos.
Es en este contexto en el que se rigen los alquileres actualmente y, por consecuencia, los precios fluctúan “libremente”. Víctor Bazán, presidente de la Asociación de Inquilinos de San Juan, indicó que desde enero a diciembre del 2024, el incremento en los alquileres fue del 262,8%, lo cual casi triplica a la inflación. Según confirmó el referente, los aumentos se dan cada dos o tres meses.
“El problema es por la desregularización que tenemos, que cada uno pone el precio que quiere. El aumento ha sido mucho más grande que la inflación y los inquilinos no pueden hacer frente a los alquileres, porque se sube lo que parezca al corredor inmobiliario o al propietario”, dijo Bazán al respecto. “El problema es por la desregularización que tenemos, que cada uno pone el precio que quiere. El aumento ha sido mucho más grande que la inflación y los inquilinos no pueden hacer frente a los alquileres, porque se sube lo que parezca al corredor inmobiliario o al propietario”, dijo Bazán al respecto.
Si bien los números que manejan los corredores inmobiliarios son menores a los que plantean los inquilinos, igualmente son mayores que la inflación. Desde diciembre del 2023 a diciembre del 2024, subió un 208,67%, mientras que desde enero del 2024 a enero del 2023 a enero del 2024, fue de 190,68%.
A diferencia de lo que plantea Bazán, Esteban Costela, presidente del Colegio Público de Corredores Inmobiliarios de San Juan, dijo que la mayoría de los alquileres en San Juan se continúan actualizando por el ICL y, es por este motivo, que el número es inferior al que manejan los inquilinos. Además, aseguró que los aumentos se dan cada cuatro meses.
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La calculadora que ofrece el Colegio de Corredores Inmobiliarios. En la foto, un alquiler que comenzó el 1 de enero de 2024, a $90.000, con cuatro aumentos anuales.
Durante el 2024, los inmobiliarios vieron una particularidad: en marzo, el incremento fue superlativo, mientras que en el resto de los cuatrimestres los aumentos fueron disminuyendo. “No es que los alquileres bajen los precios, sino que los incrementos se fueron desacelerando”, agregó Costela. Esto se debe a que el ICL está compuesto en parte por el IPC, el cual ha tenido una desaceleración brutal el año pasado.
Cabe destacar que, según el Colegio de Corredores Inmobiliarios, hay una diferencia entre el aumento de aquellos bienes que se alquilan por primera vez y la actualización de los alquileres en sí, siendo la primera menor que la segunda.
Lo cierto es que mientras para un sector la desregularización hizo que los propietarios “hicieran lo que quisieran” con los aumentos de los alquileres y es por esto que superaron la inflación; para los inmobiliarios hizo que el mercado se regulara solo y, eventualmente, los incrementos fueran desacelerándose.
Una misma problemática, dos visiones diferentes
Para Costela, la derogación de la Ley de Alquileres fue ampliamente beneficiosa para los propietarios como para los inquilinos. Mientras que, para los primeros, se hizo más fácil poner en oferta sus propiedades, para los segundos la oferta de alquileres aumentó considerablemente, lo cual habría permitido que los precios de los alquileres se regularan solos.
“Llegamos a tener lista de espera de inquilinos, que estaban dispuestos a pagar lo que sea por una casa. La Ley de Alquileres tenía buenas intenciones, pero en la práctica no resultó”, expresó Costela.
En cambio, para Bazán, la desregularización puso en desventaja a los inquilinos, dado que los propietarios tienen el poder de decidir las condiciones del contrato. Los incrementos, según indicó el referente, devinieron en que muchas familias tuvieran que bajar la calidad de sus alquileres (ya sea cambiando de zona o de tamaño de la propiedad).