El ciclismo tiene historias de diferentes colores. Siempre hay algo que resaltar y los protagonistas no siempre son los ciclistas. Los fanáticos de las ruedas también juegan su papel al costado de la ruta y este es el caso de Adrián y Juan Paulo, los amigos que recorrieron cientos de kilómetros para innovar en la punta del Alto Colorado: viajaron de madrugada para instalar un puesto de choris y sánguches de punta de espalda.
Adrián tomó la posta ante Tiempo de San Juan y contó que por necesidad siempre lleva su carrito a diferentes eventos y este, que mucha gente convoca, no fue la excepción.
Los amigos viajaron más de dos horas en plena madrugada para montar un gazebo y empezar con el fuego para los 100 choris y los 60 sánguches que salieron de la punta de espalda.
"Salimos a las 5 de la mañana y hasta acá llegamos con este carrito. A los chorizos los hizo él (Juan Paulo), son de puro cerdo. Tratamos de siempre estar donde se puede", comentó Adrián, el capitalino que puso un cartel en pleno camino para llamar la atención de los sanjuaninos que habían viajado a ver la carrera.
La ruta hacia Iglesia estaba poblada de fanáticos y los amigos fueron el centro de atención con la buena onda y el olorcito que despredía su parrilla en medio del desierto sanjuanino.