Otro golpe duro de San Martín en Primera. Después de la alegría de avanzar de escalón en Copa Argentina, le tocó poner sus cartas sobre la mesa en el campeonato local y el resultado no fue el esperado. Careció de juego, llegó poco y lo perdió con un gol agónico. Una derrota que duele y el primer tropezón de Romagnoli en su era con la verdinegra.
A comparación de partidos pasados, el entrenador modificó las fichas. El Pulpo mayor jugó de arranque, Montagna también fue titular y hubo dos delanteros arriba: Toloza y Anselmo. Un 4-4-2 clásico que no funcionó y la imagen en la cancha cordobesa no fue buena.
Borgogno se empezó a convertir en figura desde el arranque, cuando cortó los centros que empezaron a llover al segundo palo. La defensa estaba muy estática por momentos y es por eso que los ataques del local siempre aparecían por la zona de Diarte, que esta tarde fue la más afectada.
Partido chato, sin mucho ruido y un partido que se resolvió en el final, con un cabezazo de Zalazar que se fue lejos del arquero de Concepción. Nada por hacer y otro baldazo de agua fría que enciende las alarmas.
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No hay mucho para pensar. La página se debe dar vuelta cuando antes, ya que dentro de unos días se viene San Lorenzo, el ex equipo de Romagnoli. El equipo necesita despertar y dar esa cuota de carácter para cambiar la historia en esta seguidilla de malos partidos.
Con la derrota de San Martín, así quedó la tabla de posiciones: último con cuatro derrotas y una victoria