Hubo una mejora en el juego. Es otro San Martín, más ordenado, más punzante, pero sigue careciendo la ausencia de un delantero que la meta y sobretodo que aparezca acompañado. Esta noche estuvo cerca y el hincha verdinegro -pese a la derrota- se quedó un poco conforme con la imagen que dio el equipo en Avellaneda. Fue caída 2-0 frente a un Independiente que llegó puntero y clasificado a los octavos de la Liga Profesional. El domingo se viene el clásico con Godoy Cruz en el Hilario Sánchez, partido bisagra y más que importante para Concepción. Cueste lo que cueste.
La historia con San Lorenzo quedó atrás y está noche se vio una imagen distinta en Avellaneda. Otro San Martín, más atrevido y punzante. Romagnoli puso lo mejor en cancha y movió dos fichas: el ingreso de Watson y la vuelta de Iacobellis tras la sanción.
El primer tiempo arrancó parejo. El Verdinegro trajo la tarea de complicar al local en sus espacios y quitarle la libertad. Eso pudo lograrlo con orden y la concentración que presentó desde el vestuario. El Santo anticipó pelotas y le complicó los papeles al puntero Independiente, que por momentos no supo como encontrarle la vuelta. El entretiempo repartió un justo 0-0 que podría haber sido para cualquiera.
En el complemento fue la misma cabeza, pero faltó ese jugador en el segundo palo para empujar. Después de 24 minutos, Independiente no esperó más y de cabeza anotó la diferencia: saltó por encima de todos en el primer palo y a través de un frentazo el Rojo marcó el 1-0.
Minutos más tarde y después de algunos cambios en el Verdinegro, llegó el segundo del local. Cáseres no se esperó nunca que el delantero rematara, y sacara el bombazo al segundo palo para poner las cosas 2-0.
A pesar de la ventaja, San Martín no se quedó de brazos cruzados y salió a contragolpear hasta con sus laterales, que llegaron a pelear arriba. Tuvo dos claras en el suspiro final, pero el telón se bajó y fue derrota por dos en el Liberadores de América.
Esta caída lo complica en el descenso y sabe que será una semana intensa para mejorar antes del domingo, cuando deba recibir a Godoy Cruz en el Hilario Sánchez.