Lejos del fútbol, pero cerca de Dios. Matías Rojas (27) tuvo un camino difícil a lo largo de su vida y nunca se dio por vencido a pesar de los golpes. El clic a tiempo tras caer en una fuerte depresión y su amor música, que lo hizo conectar con el camino de fe y esperanza.
Matías Rojas siempre tuvo el sueño de llegar a ser jugador profesional, pero el camino nunca fue fácil. Los entrenamientos y su rendimiento no alcanzaron para destacarse y esa ilusión cada vez se iba apagando. Hizo escuelita en Catita Moreno, pasó por las inferiores de San Martín y debutó en la Primera División de Villa Obrera. Fueron pocos partidos, hasta que dijo basta: "Me iba en bicicleta hasta el club (San Martín) en pleno invierno y no lograrlo me frustraba. Mi autoestima se iba cayendo".
Lejos de San Martín y con otra cabeza, Matías supo que debía cambiar y encontrar otro camino: "Tenía que empezar a ganar plata y arraqué haciendo trabajos de refrigeración y electricidad".
El pasar de hoja no iba a ser tan fácil. Le dedicó tantos años al fútbol y que su sueño se haya terminado, lo apagó y entró en depresión.
"Me alejé enojado, las cosas no se dieron como yo soñé y eso me empezó a llevar a una depresión y meterme en todas las cosas malas que tenía la noche. Me sentía vacío", remarcó Matias Rojas a Tiempo de San Juan.
Tenía 22 años, estaba sumergido en las malas decisiones y una frustración que lo golpeó. "Una tarde salí del Casino y había perdido toda la plata. Me sentía en depresión, estaba metido en las cosas malas. Y pensé tanto, pero a la vez sentía que si hacía algo no podía dejarles tremendo sufrimiento a mi familia".
En ese mismo momento y casi como si fuera un mensaje del cielo, un clic lo despertó y lo invitó a tener otro propósito de vida. Que no todo estaba perdido.
"Me invitaron a una iglesia cristiana evangélica y ahí conocí otro camino. Dios me dio una oportunidad y un propósito. Me ayudaron a salir", afirmó.
En su búsqueda del nuevo propósito de vida, Matias empezó a cantar. Si bien desde niño siempre le gustó el rap y toda la onda del hip hop, volcó ese conocimiento en la iglesia y arrancó creando letras con fundamentos bíblicos: "Fortalece la fe y de esa manera se que podía ayudar a muchos diciéndoles que aunque las oportunidades se presenten tarde, siempre llegan".
"Siempre hay un Dios que escucha. Hay personas que también están hundidas en la depresión y pueden dejar sus planes en manos de él. Dios restaura y los levanta. Les da nuevos sueños", dijo Matias, el ex jugador que encontró su propósito predicando la palabra.
Actualmente está dentro de la Iglesia 'Casa de Dios', del Ministerio Bet-el del pastor Rubén Ticle. Escribe sus propios temas bajo su nombre artístico MR y viene de lanzar uno más de su autoría: "Me dicen loco".
Ludibarro group Mexico es el sello discográfico que distribuye su música actualmente
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