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SUSCRIBITEEl zaguero de 20 años es uno de los soldados de Godoy Cruz y este domingo estará en el fondo del Hilario Sánchez. Más maduro, con experiencia y vestido de Primera, el oriundo de la Villa Obrera volverá a jugar en San Juan. El recibimiento caluroso de su familia, que lo esperó en plena ruta con carteles.
Mateo Mendoza, en su tierra.
El sanjuanino Mateo Mendoza atraviesa un momento importante en Godoy Cruz y es una pieza clave en el equipo tombino, tanto en el campeonato argentino como en la Copa Sudamericana. Ya maduro y con sus lugar asegurado, el zaguero regresó a su tierra pero para jugar frente a San Martín en el Clásico de Cuyo.
El fútbol siempre estuvo delante de muchas cosas en su vida. Si bien le costó tiempo y sobre todo constancia y disciplina, hoy es quien es gracias a todos esos montoncitos de entrenamientos que plantó en el camino. Zaguero y pieza clave del Tomba, este es Mateo Mendoza, el pibe que se crió en las calles de la Villa Obrera, se divirtió en el club Vilo y después de estar un tiempo en Marquesado, probó surte en el Expreso: quedó y hoy es figura y juega copas internacionales.
Los 20 años ni se le notan. Introvertido a la prensa, pero feliz frente a su 'banda', así se lo vio esta tarde al pibe sanjuanino luego de toparse con su familia en la Ruta. Godoy Cruz arribó a la provincia sobre las 18hs y su familia completa lo esperó en un costadito del Hotel Viñas del Sol para abrazarlo y cargarlo de amor antes del Clásico de Cuyo, el primero en su cuenta personal. Y quizás, el más importante por su presente.
Familia, amigos y allegados estuvieron esperándolo con carteles y brindándole sus palabras de apoyo. Lejos de la rivalidad y de la presión que este partido genera por tratarse de un clásico, él se escapó un ratito de la burbuja para abrazarlos a todos y cargar en sus brazos a las pequeñas.
San Martín-Godoy Cruz se volverán a ver las caras en el Clásico de Cuyo. La cita será este domingo por la siesta en el Hilario Sánchez y la expectativa es mucha. El elenco Verdinegro está obligado a levantar cabeza, mientras que el Tomba no está complicado en los papeles, pero se querrá llevar de San Juan la mejor imagen. Será un partido lleno de condimentos, de mucho roce y con la visita de Mateo Mendoza, la joyita que creció en las calles de la Villa Obrera y se volvió una figura indispensable en el Expreso.
Su nombre es Mateo Mendoza, tiene 20 años y su amor por el fútbol data desde que era muy pequeño. Sus tardes jugando a la pelota lo llevaron a comprometerse con Vilo, su primer club. Era niño y allí dio sus primeros pasos.
Tiempo más tarde se mudó a Marquesado, allí forjó sus armas y creció en su posición. Jugó en la Cuarta División hasta que sus condiciones lo hicieron medirse en la Primera del Tricolor.
A los 15 años ya tenía otros sueños y nunca se quedó estancado. Salió a buscar su futuro lejos de sus pagos y si bien tuvo una prueba temporal en Huracán de Parque Patricios, donde verdaderamente hubo interés por él fue en Godoy Cruz.
Cuando llegó la pandemia, su carrera dio un giro inesperado. Es que el Mateo Mendoza debió adaptarse al ritmo que imponía el club, como así también las condiciones: necesitaban un central y él prefería cinco. Pero ahí estuvo el desafío. Pese a no cerrarse con su idea y probar donde también le veían condiciones, lo llevó a encontrarse. Y conquistar todo lo que llegó después.
Con el tiempo, el 'Sanjua' pasó a sentarle bien la camiseta de Godoy Cruz, sacarse los miedos y hacerle frente a su nuevo presente. Debutó en la victoria frente a Barracas Central de visitante y eso lo llevó a agarrar confianza para plantar bandera en el primer equipo.