Todavía no se puso en marcha Alianza Lima vs. Boca, pero bien puede decirse que la Fase 2 de la Copa Libertadores ya comenzó a jugarse afuera de la cancha. Y no favorablemente para el equipo de Fernando Gago, que en la madrugada de este martes, en vísperas del partido, no pasó la mejor noche de sueño ante los fuegos artificiales que azotaron a los alrededores del Hotel Hyatt.
En cuestión de minutos, cuando el reloj pisó la medianoche en Perú, la paz se transformó en una catarata de ruidos que poca gracia le debe haber generado a la delegación azul y oro, que tenía el objetivo de descansar de cara a un partido trascendental.
Es que, como en aquellas viejas noches coperas -sobre todo en Brasil, donde se popularizó esta práctica-, la pirotecnia y los estruendos se apoderaron de la escena en las inmediaciones del complejo en el que se alojó Boca.
Lo positivo, en este contexto adverso para el plantel, es que los fuegos artificiales solo duraron unos minutos y luego no volvieron a repetirse, transitando una madrugada sin mayores sobresaltos más allá de ese hecho puntual.
Hasta el momento no hubo repercusiones puertas adentro -y seguramente tampoco las habrá-, teniendo en cuenta que el foco está puesto en estar a la altura del cruce de ida ante el elenco dirigido técnicamente por Néstor Gorosito.
Así, el Xeneize tuvo una sucesión de horas fluctuantes. Arrancó con todo el afecto del público en el hotel a partir de un banderazo convocado por personas locales, bajo el lema "Perú es de Boca". Y luego, vivió un momento incómodo por los fuegos artificiales. En fin, a las 21.30 será el momento de la verdad, pero la Copa Libertadores ya empezó en Lima.
La noche convulsionada de Boca:
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