Para un equipo que viene bien, ganar sin merecerlo siempre es importante. Y más aún cuando lo hace para cortar una larga racha sin triunfos en clásicos y en la previa del derbi con Racing... Eso le pasó a Independiente, que golpeó en el arranque del primer tiempo, pero tras el empate hizo poco y nada y en el ST, en el momento que mejor estaba San Lorenzo, encontró el gol del triunfo.
Los dos equipos tienen sobrados méritos en este 2025, porque estando en pleno proceso de construcción y sin que les sobren los apellidos de renombre y las figuras, son de los que se disputan la cima de la Zona B, que el sábado quedó en propiedad del equipo de Vaccari por los tres puntazos que se llevó del Pedro Bidegain.
Puntazos, sí, porque el equipo de Vaccari no hizo demasiado para merecerlos. Incluso el local comenzó mejor el partido con un cabezazo de Vombergar que se fue apenas afuera, pero a los 12 minutos de juego Millán tomó la pelota en el borde del área, se acomodó y sacó un remate no muy violento que venció una floja resistencia de Gill.
La alegría al Rojo le duró apenas diez minutos, porque en una de las tantas jugadas que le generó el Ciclón, Lomómaco impactó con su pie la cabeza de Cuello y, previo llamado del VAR, Arasa cobro penal que Vombergar cambió por gol.
El 1-1 volvió a despertar la ilusión de los cuervos que coparon el estadio y recibieron al equipo con globos, telones, humo azulgrana y cánticos pidiendo la vuelta olímpica. Sin embargo, los corazones se detuvieron cuando el juez marco penal para el Rojo pero, otra vez el VAR, lo salvó del error, ya que no había falta de Romaña.
El segundo tiempo fue todo de San Lorenzo, que se plantó en campo rival, con Nery Domínguez (entró por el lesionado Tripichio) ganó en tenencia de balón y lo hizo sufrir a Rey. Hasta por sus propios compañeros, porque en un despeje de Vera casi se la meten en contra y terminó siendo el palo derecho del arquero el que sostuvo la parda.
Sin embargo, cuando parecía que la visita era inofensiva y no podía generar demasiado ni con el ingreso de Cabral, llegó el gol. En una de las pocas que pisó el área el equipo de Vaccari, Ezequiel Herrera dejó corto un despeje y Loyola (que venía de entrarle con dureza a Irala, lo que fomentó el pedido de roja de todo el CASLA) definió ante un Gill que, algo tapado, nuevamente ofreció poca resistencia. Dentro de la polémica en el final, también, un agarrón de Braida a Loyola y una mano de Romaña que Arasa y el VAR entendieron que no era jugadas merecedoras de penal.
Premio doble. O triple para el Rojo, que de la mano de Pipe Loyola sacó adelante un partido que le fue muy chivo, le frenó el envión a San Lorenzo que venía del triunfo agónico ante Racing y, de paso, cortó una seguidilla de nueve clásicos sin triunfos (desde el 2023, llevaba cinco empates y cuatro derrotas) justo a días de recibir a Racing, el último rival de los grandes al que le había ganado.
(Fuente: Olé)