Ese martes había salido de su casa de Rawson con un botinero en mano y la misma ilusión de siempre: jugar al fútbol, hacer goles y, por supuesto, ganar. Nunca imaginó que aquella tarde, que debía ser de diversión, adrenalina y disfrute con sus compañeros de Alianza, iba a transformarse en caos y angustia para él y los suyos. El golpe a traición que recibió por parte de un auxiliar del club Sportivo Picón, mientras salía de la cancha para ser suplantado, lo cambió todo. La pelota se manchó. Él está de reposo, medicado y sin poder jugar al fútbol.
"Estoy llevándola con mi mamá, con mi papá, con mi familia que me está acompañada. De a poquito voy mejorando. Hace unas horas recién pude ver mis fotos y videos, lo que hay de ese día. Y es muy duro. No la estamos pasando bien. Como jugador, uno se levanta con mucha ilusión para jugar un partido y pasa esto. Somos laburantes del fútbol, que disfrutamos y laburamos en el fútbol", expresa el chico a Tiempo de San Juan.
Román tiene 20 años. Es apenas un chico, aunque tiene la madurez suficiente para entender la gravedad de lo que sucedió en Pocito. Poco recuerda de aquel partido. Dice que cuando salía de la cancha se cruzó con el auxiliar de Picón, de apellido Ávalos, en pleno campo de juego. El hombre le pedía que apresurara su salida (el partido estaba 2-1 en favor del Lechuzo) y que después de insultarlo, lo golpeó sin darle tiempo a nada. Desde ese entonces se puso todo blanco. Román quedó inconsciente y pese a los intentos por reanimarlo, estuvo así por unos 25 minutos. Recién despertó cuando estaba por llegar al Hospital de Pocito.
"Recuerdo que piden el cambio, yo estaba jugando de titular y cuando voy saliendo de la cancha a saludar a mi compañero, el tipo estaba dentro del campo de juego todavía. Cuando él ingresa al campo sin ningún permiso, sin ningún derecho, me dice que me apure, porque si no me iba a acordar toda la vida de él. Me empujó un poquito y le digo que no tiene derecho a empujarme, y es ahí cuando me pega. Me pega acá en la parte izquierda y me deja tendido. Yo pierdo el conocimiento, recuerdo escuchar palabras a lo lejos, gente que andaba por ahí, pero bien bien recuerdo que me despierto en la ambulancia", cuenta.
Ya en el Hospital le explicaron lo que sucedió. Le realizaron una tomografía y ya en presencia de sus padres, quienes se enteraron de lo sucedido por la radio, cuando escuchaban el partido, lo trasladan al Hospital Rawson: "Yo estaba muy adolorido. Pero más allá del dolor, queda me quedó el susto. Nunca había vivido algo así. Soy un chico que juega al fútbol desde los 4 años y siempre fui con respeto a todas las canchas, fui a disfrutar del momento y que me pasara esto... Ahora no sé si voy a ir con miedo a jugar a otra cancha, de que me vuelva a pasar lo mismo, estoy con el miedo de eso. Me produce mucho enojo todo esto. Porque aún no me recupero y siento dolores, siento por ahí que me mareo un poco, pero bueno, son consecuencias que bueno, Dios me dio la oportunidad de poder contarlo ahora".
En principio, a Román le detectan traumatismo encéfalo craneano. La preocupación de los médicos siempre pasó por los 25 minutos que estuvo inconsciente. Por eso de inmediato es hospitalizado y termina su recuperación en una clínica capitalina, en donde le diagnosticaron una fisura en el maxilar. "Él pasó mucho tiempo inconsciente. Es un golpe en la cabeza y puede presentar problemas en unas horas, en unos días o en unos meses. Es peligroso. Me dijeron que podía entrar en un sueño profundo y no despertar... como padres lo vivimos con mucha angustia. Mi hijo se fue a jugar a la pelota y terminó en Terapia Intensiva. No quiero que nadie más pase por esto, que no hayan más Román, que no hayan chicos tendidos en una cancha y noqueados por algo que no se entiende", señala Verónica.
Román se encuentra recuperándose y en 7 días debe ir a la consulta con el neurólogo para un nuevo diagnóstico. Quiero volver a jugar a la pelota, a vestir la pilcha lechuza en el torneo local o Regional. Pero tiene miedo: "Yo le diría al hombre que me pegó que yo podría ser su hijo. No sé por qué hizo lo que hizo. Por qué tanta maldad. Yo ahora no sé si vuelva a jugar, pero por mi mamá, por mis padres. Ellos están asustados y yo también. El miedo está".
Embed - El crudo testimonio del futbolista que estuvo inconsciente tras una brutal piña: "Tengo miedo"