Una de las escenas más impactantes de la derrota de Boca Juniors ante River Plate en la Bombonera tuvo a Sergio Romero como protagonista. Tras la caída en el Superclásico, y mientras se dirigía a los vestuarios, el arquero se enfrentó con un fanático que estaba en la platea en un tenso cara a cara que le significó incluso una contravención a Chiquito Romero.
Si bien pidió disculpas ante los medios apenas se retiraba del estadio, el futbolista de 37 años volvió a dar una entrevista al canal oficial del Xeneize para referirse a lo ocurrido: “Quiero expresar lo arrepentido que estoy de la situación que vivimos en ese momento. Uno es profesional y tiene que saber que hay que estar frío, bajar los humos y la temperatura del partido e irse al vestuario para comenzar a pensar lo que pasó en la cancha y en lo que viene”. Vale mencionar que el misionero fue sancionado con una multa económica y dos partidos sin jugar por su actitud ante los hinchas.
Y agregó: “Lamentablemente no pude controlar ese momento, estaba demasiado enojado. Estaba enojado con el árbitro porque para mí en la última jugada había sido gol para nosotros. Que teníamos la chance por lo menos de sacar el partido adelante, de no perderlo. No me aguanté el momento y tuve una reacción horrible, fea, por la cual después también le tuve que pedir disculpas al hincha, al club, al presidente, a mis compañeros y a todos. Y obviamente a mi familia por el hecho de que ellos, en gran parte, son hinchas de Boca, y aman estar dentro de la Bombonera, aman ir a ver a Boca. Cuando llegué a ver a mi hija, la más grande, estaba llorando, porque es hincha enferma de Boca. Vuelvo a expresar lo arrepentido que estoy, las disculpas por le momento vivido, por lo que pasó y tratar de tirar para adelante para salir de esta situación y que a Boca le vaya bien”.
Más tarde, detalló qué fue lo que dialogó con el juez Nicolás Ramírez: “Me acerqué a preguntarle por qué había anulado el gol. Lo primero que le salió decirme es que ningún gol puede ser hecho con la mano. Ahí llega Diego (Martínez) y habla de unificar criterios, porque sabíamos lo que había pasado (por el gol convalidado a River ante Atlético Tucumán con mano previa de Miguel Borja). Lo estábamos viendo en vivo a ese partido y la cámara mostró que la pelota daba en la mano y se cobró gol”.
Además, confió: “Le dije que si esa mano era en mitad de cancha, la jugada continuaba. Milton (Giménez) se cae, le pega la pelota en la espalda y entra al arco, pero previo a esto hay un tremendo pisotón del arquero al pie de Milton y una patada con la otra pierna. Todo eso se le pasó por alto. Pero él (Nicolás Ramírez) estaba cerrado con que lo que había visto en la cámara era que había sido mano y anulaba el gol”.
FUENTE: Infobae