Chucuma Viejo, el pueblo dentro del pueblo
La primera parada obligada es Chucuma. No es difícil perderse ya que circulando por la Ruta Provincial 510 con dirección a San Agustín es uno de los primeros pueblos que se avistan al ingresar al departamento.
Un pueblo pintoresco, de pocos habitantes y muchas riquezas. Chucuma esconde en su interior otro pueblo, conocido como “Chucuma Viejo”. Se trata de un travesía única, entre senderos tranquilos, una vasta vegetación con un firme verde y la calma de las sierras vallistas.
El pueblo de antaño alberga parte de las estructuras de las viviendas que sobrevivieron al paso del tiempo. Paredes de grandes rocas a medio caer se pueden ver detrás del primer cartel “Doña Isabel Fernández”. Laura, la amable guía que se puede encontrar en el lugar, comentó que, como parte de la puesta del valor del sector, se ampliaron los senderos e identificaron las viviendas de las familias tradicionales del pueblo, cuyos herederos aun permanecen en lo que es el Chucuma Nuevo, mientras que otros se fueron buscando un mejor porvenir.
Las casas, o lo que queda de ellas, se despliegan a lo largo de un arrollo que divide los dos “Chucumas”. Las historias de los pobladores narran dos versiones. Una indica que lo que hoy es arrollo en su momento fue un brazo de rio de gran caudal que cuando crecía dejaba ese sector del pueblo aislado y eso provocó el pequeño éxodo. Otros indican que en realidad la construcción de la ruta hizo que el pueblo se mudara unos metros, ya que de esa manera tenían una mejor comunicación con otros destinos y una mayor cobertura de servicios.
Durante el recorrido por Chucuma Viejo se pueden explorar las ruinas de más de 200 años de antigüedad, morteros de grandes dimensiones en perfecto estado y los trapiches de piedra, definidos como testigos silenciosos de la prosperidad de esas tierras.
En el apartado más moderno del pueblo vallista se pueden encontrar otras bondades: la Capilla de la Virgen del Silencio, la gruta de Nuestra Señora del Valle y de San Cayetano.
Museo Pachamalui, un tesoro en el corazón de San Agustín
La villa cabecera de Valle Fértil destaca por ser en sí misma un lugar con un sinfín de atractivos para todos los gustos y edades. Uno de los espacios que más cautivan se encuentra a unas cuadras de la plaza principal y puede pasar desapercibido, pero en su interior guarda fragmentos invaluables con una historia digna de ser visitada.
Se trata del Museo Pachamalui, un espacio que alberga mineralogía, arqueología y antigüedades, piezas propias de las culturas ancestrales que ocuparon las tierras que hoy conforman Valle Fértil.
Desde el exterior ya se vive una experiencia distinta. La decoración y los detalles en piedra generan una energía distinta en el lugar que se intensifica al cruzar el umbral de la puerta. La primera parte, la recepción del museo, está destinada a lo que son artesanías. Luego, pasando el sector donde se coloca el libro donde los visitantes de distintas partes no solo del país sino del mundo dejan sus mensajes, anhelos y deseos, se visita el cuarto dedicado a los minerales, donde hay formaciones de distintos tamaños y bellezas. El espacio se comparte con un gran telar que se mantiene en pie, con sus lanas cruzando la gran estructura.
Posteriormente se pasa a la sala arqueológica con elementos de la cultura Diaguita. Puntas de flecha, filos de hacha, hasta tocados que se usaban en el cabello se pueden encontrar en el sector estratégicamente señalizado para que el visitante tome contacto de primera mano con los elementos y su historia.
Finalmente, en el último sector se encuentran las antigüedades, donde se pueden observar elementos propios de épocas antiguas. Viejos crines, armas y hasta tocadiscos decoran el espacio contando su propia historia y su valor.
El horario del museo varia por temporada, pero en Semana Santa se podrá visitar desde las 9.00 hasta las 14.00 y desde las 16.00 hasta las 20.00. Aunque es recomendable que quienes deseen visitarlo, se comuniquen previamente al 2644558949.
Aniversario, ferias, un trekking muy especial y la Noche de los Museos, las propuestas especiales para Semana Santa
El tercer tesoro de Valle Fértil son las propias actividades que se van a desarrollar durante Semana Santa, algunas tradicionales, otras que representan identidad para la comunidad y las que buscan generar una alternativa para hacer algo distinto, especial y en familia.
Gabriela Guerra, directora de Turismo de la Municipalidad de Valle Fértil, comentó que uno de los principales atractivos que se potenciarán durante esta edición es la celebración del aniversario del departamento, que se conmemoró el 4 de abril. Será una noche de fiesta, música, gastronomía, artesanos y emprendedores, todos en un solo lugar para conmemorar los 237 años desde su fundación. El espacio elegido es el Polideportivo Municipal.
También estarán las ferias de artesanos y emprendedores en las plazas de cada distrito, a las que se sumarán productores locales, para tomar contacto de primera mano con cada una de las creaciones y elaboraciones que se hacen en el departamento.
Por su parte el Viernes Santo se realizará el ‘Ascenso a la Antena’, una actividad organizada por el área de deportes que es una tradición en la comunidad. Se trata de un recorrido por senderos entre naturaleza y sierra para llegar hasta la cima de una de ellas y desde allí poder tener la mejor vista panorámica de lo que es Valle Fértil y sus riquezas.
“Además tenemos cinco circuitos en distintos distritos: Chucuma, Baldes de las Chilcas, Baldes del Rosario, Baldecitos y La Majadita”, comentó la funcionaria.
Como condimento especial, para aquellos visitantes que buscan una alternativa distinta por las noches, durante Semana Santa se realizará la Noche de los Museos, donde, por medio de un recorrido guiado, se podría visitar en horario nocturno estos hogares de la historia que estarán compartiendo música en vivo y alguna que otra degustación de productos regionales con los presentes.
Cómo llegar y hospedarse
El departamento se encuentra al este de la provincia, limitando con La Rioja. Se puede llegar al mismo tomando la Ruta Provincial 510. Tras hacer la parada obligatoria en la Difunta Correa, circular los poco más de 250 kilómetros que separan a la Ciudad de San Juan de Valle Fértil.
En vehículo es un viaje de alrededor de 3:30 horas. Tras salir de San Juan, uno puede repostar combustible en Caucete y también en Vallecito, pero se debe tener en cuenta que la siguiente estación de servicio se encuentra en el ingreso a San Agustín.
Por su parte, la oferta hotelera es amplia y variada en Valle Fértil, donde la mayor cantidad de alojamientos se encuentran en San Agustín. Desde cabañas, habitaciones hasta complejos se pueden encontrar con distintos precios conforme lo que se busca y la cantidad de personas.