Con mirada atenta y palabras claras, Celeste Brizuela se ubica detrás del escritorio de la oficina de Turismo de Valle Fértil que se encuentra frente a la plaza principal de San Agustín. Allí, rodeada de colegas que desde el minuto uno le comparten conocimientos y saberes, adoptó las formas de llevarle a cada visitante las propuestas que ofrece el departamento que mes a mes es visitado por miles de turistas que llegan de la provincia, el país y el mundo. Así, casi sin proponérselo, no solo se enamoró de las maravillas de su tierra, sino que se volvió una defensora de las mismas.
Recuerda que los primeros pasos como guía turística fueron complejos. La abordaba la vergüenza de tener que hablar delante de personas que no conocía. Gracias al apoyo de sus compañeros Celeste fue tomando mayor confianza. “Le agarré el gustito”, dice entre risas.
“Valle Fértil para mí es único a la par de otros departamentos. Es un lugar súper tranquilo, hay paisajes únicos. Si bien hoy todo lo que es agua, por el tema de la sequía no lo estamos pasando bien, hay otros espacios por visitar o recorrer que son maravillosos”, asegura.
Oriunda de Astica, vivió también durante un tiempo en Las Tumanas. Haber pasado parte de su vida y su crecimiento entre las maravillas de los valles de ambas localidades despertaron en ella la admiración por lo propio, pero jamás dio lugar a esa pasión latente en su interior, hasta que se anotó para formar parte del servicio de informe turístico, venciendo los temores que tenía por no contar con formación académica.
Al respecto reflexiona: “No tengo la tecnicatura en turismo ni licenciatura, pero yo creo que acá no todos nacemos sabiendo. Sí aprendemos y a medida que va pasando el tiempo voy aprendiendo de lo que observo y lo que me van enseñando”.
Cuando es consultada por las zonas que se pueden recorrer en Valle Fértil, Celeste deja de lado los puntos más conocidos, ya que entiende que es fundamental la puesta en valor de localidades que tienen menor publicidad, pero no por ello no cuentan con su encanto y magia. Para ella Chucuma Viejo, Balde de las Chilcas o las sierras que se encuentran a lo largo del Camino de los Sueños son zonas que cualquier persona debería visitar al menos una vez.
“Si uno busca tranquilidad y naturaleza, podemos encontrar lugares que son así, sacando el Parque Ischigualasto que ya está como en otro nivel, pero Valle Fértil es mucho más que el Valle de la Luna”, asegura.
Cada recorrido que sugiere lo acompaña con fotos para ilustrar sus relatos. Entiende que desde la oficina que la alberga es difícil que las personas puedan dimensionar lo que trata de ejemplificar, y es por ello que apuesta al ejemplo visual.
Una charla con Celeste puede durar horas. No solo la naturaleza es fundamental para ella, sino la flora y la fauna, presente en cada metro del departamento. El valor de la comunidad y el sentido de humanidad que tienen los pobladores de cada localidad también forman parte de sus relatos, en una exhibición total y completa de lo que considera las maravillas de Valle Fértil, las mismas que viene dando a conocer desde principio de año.
