Este 25 de noviembre se festeja un nuevo aniversario del departamento Iglesia, y como sucede desde hace tiempo, se celebrará con inauguraciones y actividades para toda la comunidad. Sin duda es una fecha que invita también a recordar los orígenes del departamento y cómo llegó a ser lo que es hoy. Tierra de pueblos originarios, la historia del departamento surgió desde mucho antes de su fundación.
De acuerdo a diversas investigaciones realizadas en el territorio, estaban instaladas culturas como La Fortuna, Los Morrillos, Ansilta, Punta del Barro, La Aguada, Angualasto. Se estima que ocuparon lo que hoy se conoce como Iglesia entre 6500 a.C hasta alrededor de 1490.
Las tradiciones de los pueblos originarios lograron trascender las generaciones y ser parte de la cultura iglesiana. Prácticas dentro de la agricultura, ganadería, cerámica, tejido artesanal y cestería formaban parte de esta escancia.
Sobre 1490, durante lo que históricamente se denomina “era cristiana”, comenzó el proceso de colonización. Al sur del Valle de Pismanta se encontraba una capilla dedicada al culto católico, y la zona era conocida por los pobladores como “La Iglesia”. Así el nombre se fue adaptando a la zona y fue la denominación elegida para nombrar al territorio que respondía políticamente a Jáchal.
El departamento forma parte de un momento crucial en la historia nacional, como es la Cruzada Libertadora del General José de San Martín. De acuerdo a los registros, la división del Ejército de Los Andes encabezada por el Comandante Cabot pernoctó la noche del 23 de enero de 1817 en Villa Iglesia, alojados en la estancia de Francisco Toranzo. Muchos iglesianos se unieron a la Columna de Cabot, integrando la Segunda Compañía de Rodeo, para cruzar a Chile y tomar Coquimbo y La Serena, que se encontraban en manos españolas.
Iglesia se caracteriza por ser una comunidad tranquila, rodeada de riquezas y naturaleza. Cada localidad que forma parte del territorio tiene sus atractivos que son disfrutados tanto por los lugareños como por visitantes, pero sin duda uno de sus mayores atractivos que ha llevado al departamento a ser parte de la escena internacional es del Dique Cuesta del Viento.
Este maravilloso ojo de agua turquesa se encuentra en Rodeo, villa cabecera del departamento, a poco más de 200 kilómetros desde la Ciudad de San Juan por Ruta 40 y luego Ruta Nacional 150.
A fines de 1980 el gobierno provincial inició el proyecto que tenía como objetivo aprovechar el agua proveniente del deshielo del Río Blanco. De esta manera nacía el embalse que permitiría sostener la actividad productiva de la zona durante los años duros. Lo que no imaginaron es que las fuertes ráfagas de viento que azotan la zona prácticamente todo el año serían el componente ideal para atraer decenas de miles de turistas de distintas partes del mundo.
La formación de los cerros alrededor de las prácticamente 3.000 hectáreas de extensión del embalse permite que la corriente de aire tome la intensidad que se necesita para la práctica de distintos deportes acuáticos, como windsurf, kitesurf, kayak, stand up paddle y pesca deportiva.
Este no es un detalle menor, ya que son precisamente estas actividades, las condiciones climáticas y el maravilloso paisaje en el que se encuentra el embalse lo que lo hace más que atractivo y un escenario único en el mundo, captando la atención de incluso medios internacionales que durante las competencias deportivas llegan hasta el departamento y reflejan lo magnifico de Iglesia, no solo por el embalse, sino por la totalidad de riquezas que tiene el departamento en general.