Débora Ocampo tiene 36 años, es mamá de cuatro hijos que define como “angelitos” y trabaja en la Municipalidad de Chimbas. También es un emblema departamental, una digna representante del Carnaval de Chimbas y una de las pasistas históricas que hoy se dedica a preparar a las futuras artistas de comparsa.
Sus inicios llegaron de la mano de un primo que la invitó a particular de la comparsa del Barrio Los Pinos. Chimbas es cuna del carnaval en San Juan, y los artistas que de allí surgen saben lo que es el sacrificio, el esfuerzo y la recompensa de hacer lo que se ama, aunque no sea lo convencional. Así lo vivió Débora, quien encontró en la samba una pasión hasta entonces desconocida.
Lo que fueron esos primeros pasos y movimientos la llevaron a contar con una trayectoria de 13 años consecutivos siendo una estrella de los carnavales. Su sonrisa genuina y picarona se combinaba a la perfección con el ritmo que su cuerpo adoptaba al pararse delante de la batucada. “La samba ha marcado mi vida. Tengo el orgullo y el honor de decir que gracias al carnaval y gracias a la samba hoy soy lo que soy y tengo la oportunidad de poder expresarme. Es una pasión”, comenta la bailarina.
Su trayectoria no solo se queda dentro de los límites provinciales. En su bitácora de recuerdos y momentos hitos en su vida, quedan guardados como tesoro invaluable los 9 años consecutivo de campeona de samba a nivel nacional, e incluso fue reconocida por la UNESCO como la mejor bailarina de samba del país en el 2006.
Todo aquello le valió para establecer otra relación con la samba en particular y la danza en general. El entrenamiento que le merecía sostenerse en la cumbre la llevó a indagar por otras disciplinas y formarse profesionalmente.
Si bien hoy se mantiene lejos de las plumas y los trajes, el carnaval sigue siendo parte de su vida de una u otra manera. Ya sea por su trabajo, formando parte del equipo que coordina la Delegación Oficial del Carnaval de Chimbas, o por sus hijos. “Ellos siempre querían participar, pero al principio, al ser jurado del carnaval no me parecía ético que participaran en alguna de las agrupaciones. Luego comenzaron a sumarse y mi una de mis hijas es la última campeona del Carnaval de Chimbas, de la edición 2023, y este año mi hijo va a participar por primera vez en una de las batucadas”, comenta con la voz llena de orgullo Débora.
Ser pasista no es sencillo. Sobre los hombros de aquel rol pesa ser la mejor bailarina de la comparsa, la que va delante de la batucada y de cierta manera marca el ritmo. “Desde el vestuario, el cuerpo, la técnica, la simpatía y la expresión, todo está en juego. Se tiene una preparación de todo un año para dejarlo todo en la pista, y eso es lo que transmito ahora, desde el otro lado”, reflexiona la pasista histórica de Chimbas.