Este sábado, el Arzobispado de San Juan de Cuyo celebró el tradicional retiro espiritual para dirigentes políticos, sociales y empresarios de la provincia. Este año, el encuentro puso el foco en el rol de los líderes en la sociedad. Hubo rondas de debate, un coffee break y la misa que presidió monseñor Lozano, quien dio un mensaje de esperanza en tiempos de incertidumbre y destacó el aspecto positivo de los valores con una metáfora sobre el barco y el ancla.
El convite, que sucedió desde las 9 hasta las 11.30 en la Casa de Retiro Emaús, ubicada en Las Chacritas, en 9 de Julio, cumplió el objetivo reflexivo. Sin embargo, el lado B del encuentro, que pasa por la rosca política entre dirigentes, escaseó. Hubo poca presencia de la clase política en general. Hubo tres ausencias importantes: el gobernador Marcelo Orrego, que transita la cabalgata Difunta Correa; el senador Sergio Uñac, de viaje en el exterior del país; y La Libertad Avanza, que no envió representantes.
En ese sentido, el dirigente de mayor peso en el oficialismo que acudió al encuentro fue el vicegobernador Fabián Martín, escoltado por el secretario General de la Gobernación, Emilio Achem, y los ministros de Turismo, de Producción, de Educación y de Seguridad, Guido Romero, Gustavo Fernández, Silvia Fuentes y Enrique Delgado, respectivamente. También participaron la diputada nacional Nancy Picón y los diputados provinciales Juan de la Cruz Córdoba y Maru Lascano. El que más llamó la atención fue el subsecretario de Alto Rendimiento, Eduardo Cerimedo, que contaba sobre su experiencia en el Ironman 70.3 y sobre el costado menos conocido del evento: las reuniones empresariales.
El peronismo tuvo como máximo exponente al exgobernador José Luis Gioja, que estaba acompañado por el diputado provincial Mario Herrero. Estuvieron el presidente del Partido Justicialista, Juan Carlos Quiroga Moyano, el exintendente de San Martín, Cristian Andino, y los diputados Miguel Vega, Marisa López, Stella Caparrós y Emilio Escudero. También participó concejal Ariel Palma. No hubo charlas entre los sectores internos del justicialismo. Ni siquiera en el momento del coffee, en el que se vio a los bandos bien diferenciados. Quizá el más ecuánime fue el diputado nacional Walberto Allende.
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El bloquismo estuvo representado por su presidente, el diputado provincial Luis Rueda, y por el recientemente asumido legislador Federico Rizo. Los dos se mostraron activos en las conversaciones y aprovecharon para tomarse una fotografía que unió a los tres partidos. Rueda al centro, Fabián Martín a la izquierda y Quiroga Moyano a la derecha. Una instantánea que recorrió rápidamente las redes sociales después de la publicación del líder del Partido Bloquista.
Asimismo, hubo pocos intendentes: la orreguista Susana Laciar de Capital; los peronistas David Domínguez de Ullum y Daniel Banega de 9 de Julio; y la referente del partido Crecer, Analía Becerra, de San Martín. Y también pocos empresarios: los viñateros Juan José Ramos y Eduardo Garcés; el comerciante Hermes Rodríguez; Raúl Giménez y Marcelo Delgado. Por el contrario, el sindicalismo tuvo una marcada presencia femenina: Lilia Martín de Luz y Fuerza, Mirna Moral del Sindicato Empleados de Comercio, Karina Navarro de UDA y Patricia Quiroga de UDAP.
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La sociedad Quiroga Moyano-Andino, más firme.
Hubo dos momentos llamativos que tuvieron como eje al Vicegobernador. El primero fue la charla de camaradería con Gioja. El segundo ocurrió cuando Giménez, candidato a presidente del Club Social, se acercó a Martín para aclarar que no estaba enrolado en La Libertad Avanza. Otro punto que llamó la atención, aunque menos, fue cuando Giménez contó una anécdota como chofer del papa Francisco. Él era estudiante en Córdoba y el Sumo Pontífice era un sacerdote de la orden de los jesuitas. El sanjuanino, según sus palabras, manejaba el Renault 12 del entonces Jorge Mario Bergoglio.
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El candidato a presidente del Club Social, Raúl Giménez. Dijo que fue chofer del Papa.
Naturalmente, por fuera del café y los sándwiches de miga, el plato fuerte del evento católico fue la palabra del arzobispo Lozano, que hizo dos reflexiones entorno a la esperanza, que llegó a escuchar la presidenta de la Corte de Justicia, Adriana García Nieto, que arribó al retiro al último minuto.
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La cortista García Nieto llegó con lo justo. Alcanzó a escuchar la misa de Monseñor.
La primera: "Hemos hablado sobre lo raros que son estos tiempos de incertidumbre. No sabemos cómo van a terminar acomodándose. El liderazgo social se mueve en tiempos de incertidumbre. Pero no todo es incierto. Hay cosas ciertas. Los valores más importantes son los que no tenemos que perder. El libro de los Hebreos dice que la esperanza es como un ancla. El barco se mueve, pero el ancla hace que permanezca firme. El ancla es el amor de Dios. Seamos peregrinos de la esperanza".
La segunda: "Voy a contar una anécdota que me pasó a los 8 o 10 años. Con varios niños del barrio teníamos muchos equipos de fútbol. Hacíamos desafíos entre un barrio y otro. Un día nos enfrentamos con un equipo que era mejor que nosotros y que tenía una camiseta muy linda. Terminamos el primer tiempo perdiendo cuatro a uno. En el intervalo, el entrenador nos escuchó los lamentos y después que terminamos de hablar, nos dijo, 'qué es lo que les gusta del otro equipo' y le dijimos que la camiseta. 'Ellos tienen la camiseta. Ustedes la pasión', nos dijo. Perdimos seis a cinco. Cuando terminó el partido, festejamos más los del equipo la pasión que los que tenían la camiseta. A veces no importan los resultados. Al mundo no lo arreglamos con camisetas y resultados, lo arreglamos con pasión".